¿Cuál es la diferencia entre estas dos? ^¿Es más saludable la sal marina?
Para algunos la sal marina es más saludable, debido a que no pasa por un proceso de refinamiento. Para otros, la única diferencia es el sabor. También hay quienes opinan que la sal de mesa (refinada) es más saludable debido a que l
a sal marina podría venir de aguas marinas potencialmente contamiadas.
Aquí una explicación de las diferencias entre estos dos tipos de sal
Cloruro de Sodio
Es el compuesto químico que forma la sal, y tanto la sal marina como la sal de mesa tienen esta composición. A la sal marina se la comercializa sin añadirle ningún elemento externo, mientras que a la sal de mesa se le añaden agentes antiaglutinantes como el silicato de calcio o el dióxido de silicio, asi como dextrosa (azúcar) y yodo.
La sal marina no tiene ningún aditivo, pero sí contiene algunos minerales traza y otros elementos que la constituyen en forma natural.
Orígen de la sal marina y la sal de mesa
La sal marina se obtiene por simple evaporación del agua de mar: una vez que el agua se ha evaporado, los depósitos salinos se recogen y se envasan para su venta. La sal demesa, al contrario, es extraída de minas subterráneas y se la “purifica” con calor o tratamientos químicos, para que contenga solamente cloruro de sodio. Posteriormente se le añaden los elementos listados anteriormente. Algunos argumentan que la sal marina usada para extraer la sal podría contener impurezas, debido a la calidad del agua.
Balance de sus componentes
El consumo excesivo de cloruro de sodio puede causar problemas de salud, relacionados con la osteoporosis y otros males relacionados con la absorción de calcio, ya que incrementa la secreción de este elemento en la orina.
Sin embargo, los componentes traza (oligoelementos) de la sal marina ayudan a contrarrestar estos efectos, cuando no existe consumo excesivo. La sal marina contiene calcio y magnesio, lo que ayuda a la reposición de estos minerales. Es más, el magnesio contenido en la sal marina promueve la absorción de calcio.
Sabor
La sal marina tiende a ser un poco menos “salada” que la sal de mesa. Lo que sucede es que la sal marina tiene compuestos naturales que no saben “salado”, como el calcio, magnesio, hierro y otros oligoelementos. La sal de mesa, al estar compuesta solamente por cloruro de sodio, tiene un sabor más concentrado.
Personalmente prefiero consumir sal marina, al igual que otros alimentos sin refinar. La sal marina es en sí misma una fuente de yodo, aunque contiene menos de este elemento que la sal de mesa. La diferencia radica en que el yodo presente en minúsculas cantidades en la sal marina es de origen orgánico, por lo que puede ser asimilado por el organismo de mejor manera. El yodo añadido a la sal de mesa es de origen inorgánico y, aunque en mayor cantidad, provee menos beneficio al organismo.
De hecho, nuestro cuerpo necesita yodo en muy poca cantidad, y tanto el exceso de yodo orgánico como del inorgánico pueden causar problemas de tiroides similares a los que se producen por falta de este elemento (según Ensminger, A,H, 1995, citado por S. Fallon en Nurishing Traditions)
Para algunos la sal marina es más saludable, debido a que no pasa por un proceso de refinamiento. Para otros, la única diferencia es el sabor. También hay quienes opinan que la sal de mesa (refinada) es más saludable debido a que l
a sal marina podría venir de aguas marinas potencialmente contamiadas.
Aquí una explicación de las diferencias entre estos dos tipos de sal
Cloruro de Sodio
Es el compuesto químico que forma la sal, y tanto la sal marina como la sal de mesa tienen esta composición. A la sal marina se la comercializa sin añadirle ningún elemento externo, mientras que a la sal de mesa se le añaden agentes antiaglutinantes como el silicato de calcio o el dióxido de silicio, asi como dextrosa (azúcar) y yodo.
La sal marina no tiene ningún aditivo, pero sí contiene algunos minerales traza y otros elementos que la constituyen en forma natural.
Orígen de la sal marina y la sal de mesa
La sal marina se obtiene por simple evaporación del agua de mar: una vez que el agua se ha evaporado, los depósitos salinos se recogen y se envasan para su venta. La sal demesa, al contrario, es extraída de minas subterráneas y se la “purifica” con calor o tratamientos químicos, para que contenga solamente cloruro de sodio. Posteriormente se le añaden los elementos listados anteriormente. Algunos argumentan que la sal marina usada para extraer la sal podría contener impurezas, debido a la calidad del agua.
Balance de sus componentes
El consumo excesivo de cloruro de sodio puede causar problemas de salud, relacionados con la osteoporosis y otros males relacionados con la absorción de calcio, ya que incrementa la secreción de este elemento en la orina.
Sin embargo, los componentes traza (oligoelementos) de la sal marina ayudan a contrarrestar estos efectos, cuando no existe consumo excesivo. La sal marina contiene calcio y magnesio, lo que ayuda a la reposición de estos minerales. Es más, el magnesio contenido en la sal marina promueve la absorción de calcio.
Sabor
La sal marina tiende a ser un poco menos “salada” que la sal de mesa. Lo que sucede es que la sal marina tiene compuestos naturales que no saben “salado”, como el calcio, magnesio, hierro y otros oligoelementos. La sal de mesa, al estar compuesta solamente por cloruro de sodio, tiene un sabor más concentrado.
Personalmente prefiero consumir sal marina, al igual que otros alimentos sin refinar. La sal marina es en sí misma una fuente de yodo, aunque contiene menos de este elemento que la sal de mesa. La diferencia radica en que el yodo presente en minúsculas cantidades en la sal marina es de origen orgánico, por lo que puede ser asimilado por el organismo de mejor manera. El yodo añadido a la sal de mesa es de origen inorgánico y, aunque en mayor cantidad, provee menos beneficio al organismo.
De hecho, nuestro cuerpo necesita yodo en muy poca cantidad, y tanto el exceso de yodo orgánico como del inorgánico pueden causar problemas de tiroides similares a los que se producen por falta de este elemento (según Ensminger, A,H, 1995, citado por S. Fallon en Nurishing Traditions)
Fuente | familialibre.com
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