viernes, 8 de febrero de 2013

EL ARTE DE SERVIR

Su labor es recibir a los clientes y asignarles una mesa para que disfruten de un rico desayuno, comida o cena. Les toca amortiguar el mal humor, y a veces, la prepotencia que caracteriza a algunos comensales, y a pesar de todo deben mostrar su mejor cara para tratarlos siempre con excelencia y lograr una buena propina.

Muchos eligen este oficio como un empleo temporal para obtener ingresos económicos y sostener sus estudios, sin embargo, hay una gran cantidad de personas que lo ven como la fuente de ingresos para sostener a sus familias realizándolo de la mejor manera posible; pero el trabajo de meseros es poco reconocido en el ramo, sin embargo, se debería trabajar más en su profesionalización, ya que ellos son la imagen de un restaurante.

Eduardo Pacheco Pérez es uno de los tantos miles de meseros que inician en este trabajo como algo temporal, pero poco a poco se ha convertido en su único medio de vida, al que le ha tomado aprecio y sobre todo ¡respeto!

“Llevo más de diez años en este oficio. Este es un empleo temporal, o al menos hasta cierta edad, ya que el ritmo de trabajo que existe en los restaurantes demanda que seas muy rápido, y llega una edad en la que ya no coordinas muy bien. Hay tantas cosas en este oficio, buenas y malas, pero gracias a él muchas personas sacamos adelante a nuestras familias, cumplimos nuestros sueños, y nos sentimos productivos. A veces es muy difícil, pero poco a poco vamos agarrando cariño a lo que hacemos y nos sentimos orgullosos de nuestra labor. La experiencia se va logrando con los años, ya que aprendes a tratar con las personas, te ayuda a relacionarte con ellas y dejas de ser tímido, o más bien las circunstancias te orillan a olvidarte de la timidez y el miedo ¡sí, el miedo a la gente!”, relata Pacheco.

¿Descríbenos cómo es un día de Eduardo Pacheco como mesero?

Mis labores regularmente inician a las dos de la tarde y terminan a las diez de la noche. Por lo regular llego media hora antes porque me gusta cambiarme con tranquilidad. Muchos de mis compañeros del turno matutino lo que quieren es irse, así que, a veces me dejan mesas y como en mi turno casi no hay gente, eso me ayuda a tener un ingreso extra. Mis compañeros entran a su hora o más tarde, y cuando van llegando se van realizando los turnos, cada quien va tomando una mesa, según van llegando. En un turno puedo atender de 10 a 15 mesas, pero esto es muy variable porque hay días muy malos en los que sólo atiendo tres mesas. Aparte de atender mesas, tenemos algunas actividades de limpieza –talachas– que van variando dependiendo del día.

¿Cuáles son las condiciones que debe cubrir una persona para ser mesero?

En primera, disponibilidad de horario, tenemos hora de entrada, pero no de salida. Saber trabajar bajo presión, actitud de servicio, buena presentación, una edad entre 18 y 30 años, lo que puede variar, preparatoria como estudios mínimos, experiencia, y en algunos casos debe saber manejar la computadora.

¿Reciben un sueldo base o con las propinas hacen su sueldo?

Sí, en la mayoría de lugares tenemos un sueldo base, que es el mínimo. Hay lugares en los que obtienes bonos –que pueden ser, de productividad, participación, asistencia, puntualidad o vales de despensa– que pueden ser dotados de manera semanal o mensual, pero esto varía de empresa a empresa, así como su monto. También hay trabajos donde lo único que percibes son las propinas, pero yo no he laborado en ningún lugar que no tenga sueldo base, ni prestaciones de ley.

¿Por qué es importante para ustedes la propina?

Es importante porque nosotros ganamos el mínimo y lo que ganamos con la buena atención a los clientes nos ayuda a tener un sueldo mejor, pero las propinas no son sólo para nosotros, ya que tenemos que repartir un porcentaje para los demás compañeros que intervienen en el servicio que le damos al cliente como los de cocina, por ejemplo. Este porcentaje varía dependiendo de las políticas del restaurante, en algunos lugares se reparte hasta el 7% y se saca de la venta diaria, no de lo que te deje el cliente; hay lugares donde se maneja un 3.5%, 4.7% etc. Muchos clientes no saben de esta situación, así que si se van y no nos dejan propina, nosotros tenemos que pagar el porcentaje de nuestra bolsa.

¿Cuáles son los méritos para lograr una buena propina?

Ser amable, y estar muy atento, si un cliente le agrada tu servicio, seguro te buscará después. Ellos buscan siempre a quien los atiende bien. Uno debe ser astuto para leer su actitud desde que entran al restaurante.

¿Qué haces cuando un cliente se pone grosero?

Hay gente que llega enojada y es grosera, y se nota cuando les das la bienvenida y ni siquiera te contestan el saludo. Algo que debes tener bien presente es que no estás ahí para resolver los problemas de ellos ni para caerles bien. Estás para brindarles un servicio, así que no te metes en cosas que no te importan porque entonces te puede ir muy mal; el trabajo de un mesero es vender alimentos, no es ser consejero ni su amigo.

¿Qué pasa cuando te has esmerado en brindar un buen servicio y el cliente no deja propina?

¡Pues nada! Haces corajes y te decepcionas. En algunos lugares te pueden castigar incluso hasta correr si se enteran de que le pediste la propina a un cliente. Si lo haces te atienes a que te reporten o te hagan un “numerito” en el restaurante.

¿Cuál es el porcentaje de propina que debería dejar un cliente desde tu punto de vista?

Esto es dependiendo del área donde laboras, pero por lo regular debería ser el 10% mínimo, si el servicio es realmente excelente tal vez un 15%.

¿Cómo se reparten las propinas?

Se reparte principalmente entre cocineros, garroteros, loza y meseros; en algunos lugares se le da propina al cajero, capitanes e incluso al mismo gerente, si hay barman también se le reparten puntos a él, pero es muy variable. Hay otros lugares en los que el mesero sólo le reparte a sus garroteros y fuenteros; esto como reitero depende de las políticas de cada lugar, aquí si que no hay de que no me dejó nada el cliente ¡pagas por que pagas! así que si no te dejaron, simplemente ¡lo pagas tú! Por eso uno debe estar pendiente de todas sus mesas para evitar este tipo de problemas.

¿Cuál es el proceso a seguir cuando un cliente se va sin pagar?

A mi me ha pasado sólo una vez en todo el tiempo que llevo de mesero. Era una “señora” con su hija, me pidieron la cuenta y me dijeron que ellas pagarían en caja porque quería comprar un pastel. Ella me dejó mi propina y se dirigió al baño, y la hija se fue al mostrador a ver los pasteles, pero yo tenía más gente que atender en ese momento y la verdad no me esperaba que se fuera sin pagar. Yo seguí trabajando y no me di cuenta hasta que terminó el turno y tenía que realizar mi corte y foliar mis comandas, el pago de la cuenta de esta señora nunca apareció. Afortunadamente como siempre he tratado de ser cuidadoso no me cobraron la cuenta, pero me dijeron que si volvía a suceder yo tendría que asumir el pago.

El proceso a seguir depende de cada caso y de cada empresa, y paga la cuenta el responsable, que en la mayoría de los casos, por desgracia, es el mesero.

¿Cómo lograr que un cliente no se sienta agredido al venderle un producto?

Siendo muy sutil, y con el tiempo vas adquiriendo experiencia para eso, si ves al cliente indeciso puedes recomendarle un platillo, pero haciendo que él se lo imagine y se le antoje. Hay gente muy cerrada a que se les sugiera un determinado platillo, entonces te darás cuenta desde el primer momento, así que ahí lo dejas para que no se moleste y te limitas a su orden.

¿Reciben algún tipo de capacitación para abordar a los clientes?

No, la capacitación es sólo para saber sobre lo que ofrecen en el restaurante, pero no he estado en ningún lugar en el que me hayan enseñado a vender, eso lo he aprendido con el paso del tiempo, pero creo que sería bueno que lo hicieran para profesionalizar este oficio.

¿Cuentan con un sindicato o cooperativa que vele por sus derechos?

No ¡para nada! Ni sé de lo que me hablas –jajaja–. Una vez trabajé con un sindicato y cuando me despidieron nadie metió las manos por mí, y como yo tenía contratos por tres meses, fue tan fácil como decir, se acabó tu contrato ¡gracias! Sólo trabajé una vez con sindicato y la verdad no tuve una buena experiencia. He trabajado en muchos lugares y te das cuenta que estás solo. A nadie le importa si te vas o te quedas, lo que debes hacer es tener metas, y saber que no serás joven por siempre, que en algún momento no podrás seguir trabajando de lo mismo; así que debes planear muy bien lo que quieres y si tienes la posibilidad de poner un negocio propio o hacer algo que te genere ganancias para un futuro debes hacerlo, ya que tu pensión no será muy buena que digamos porque ganas el mínimo y tus propinas no se contemplan en un futuro.

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