Inacabable fusión: El progreso gastronómico en zonas tan dispares del planeta conduce al mestizaje de técnicas, ingredientes y filosofías de trabajo de forma natural. A su vez, se desdibujan los límites entre una u otra gastronomía.
Cocina para sanar: La cocina futurista se basará en la mecánica cuántica. Ello acerca a una nueva cultura de la alimentación: de aquella que buscaba nutrir se pasará a la que intenta evitar enfermedades y se fabrica de forma más individualizada. También se solidifica el vegetarianismo. Otros prefieren dejar de lado el excesivo uso de conservantes, colorantes, sabores artificiales y sustitutos del azúcar.
Alimentos de diseño y ecológicos: Ya se comienzan a producir alimentos pensados para ser combinados con un ingrediente específico. Se avanza hacia métodos biológicos y sostenibles. La “trazabilidad” ecológica pasa a ser esencial, además de símbolo de distinción.
Necesaria vuelta a las raíces: Comensales y cocineros cada vez dan mayor relevancia a los recetarios heredados, la raigambre, se aproximan a la cocina más confortable, la sencillez de las cosas bien hechas y el respeto al valor de lo casero.
Para leer el artículo completo, visita: excelenciasgourmet.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario